La ansiedad y la depresión: principales motivos de consulta psicológica desde el inicio de la pandemia, según el CIS

La ansiedad y la depresión: principales motivos de consulta psicológica desde el inicio de la pandemia, según el CIS

El 69,7% de las familias prefiere consultar a un psicólogo por los problemas de su hijos/as o su nietos/as.

Esta es una de las conclusiones que se desprende de la nueva encuesta elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la Salud Mental de los españoles durante la pandemia de la COVID-19, a través de la cual se ofrece un análisis detallado sobre el estado de este ámbito de la salud en nuestro país en el contexto actual de pandemia.

El estudio, basado en una muestra de 3.083 entrevistas realizadas entre los días 19 y 25 de febrero, ha contado con la Dirección Científica del Catedrático de la UNED, Bonifacio Sandín, psicólogo especializado en Personalidad, evaluación y tratamientos psicológicos, y el psiquiatra, psicoterapeuta y profesor de Psicopatología de la UNED, José Luis Pedreira.

Entre sus principales conclusiones, destacan las siguientes:

Un 35% de la población española afirma sentirse muy preocupada y un 44% bastante preocupada con la situación actual de la pandemia por coronavirus.

Desde que comenzó la pandemia, el 61,2% revela una mayor preocupación por su salud. A este respecto, son los jóvenes de 18 a 24 años quienes afirman sentir más preocupación (73,1%), en contraposición con los mayores de 65 años (50,1%).

Un 44% de la población tiene mucho o bastante miedo a contagiarse de coronavirus y un 23,4% admite sentir mucho o bastante miedo a morir por esta causa, principalmente las personas de 55 a 64 años. Este temor es aún mayor cuando el objeto de preocupación por contagio o muerte es un/a familiar o algún/a ser querido/a. Se observa también mucho o bastante miedo a la soledad en el 33,2% de la población y a que la sociedad ya no vuelva a ser la misma de antes (54,2%).

La preocupación es tal, que un 35,1% admite haber llorado con mucha o bastante frecuencia (26,5%) debido a la situación que estamos viviendo.

De acuerdo con los datos de la encuesta, la pandemia ha impactado de tal manera en la población que ha desarrollado múltiples síntomas, tanto físicos como psicológicos. En relación con los síntomas físicos, los más experimentados son el cansancio (51,9%), los problemas de sueño (41,9%), dolores de cabeza (38,7%), de espalda (37,9%) y de articulaciones (33,1%) y las palpitaciones (22,7%).

Con respecto a los psicológicos, los encuestados admiten haber sentido, durante muchas o bastantes veces, desesperanza con respecto al futuro (24,9%), elevada preocupación por muchas cosas sin poder controlarla (24,5%), inquietud (22,1%), agobio y/o estrés (21,8%), mucha tristeza o depresión (19,8%), soledad (17,2%), mucha ansiedad o miedo (15,7%), e irritabilidad, ira, enfado o agresividad (13,8%).

Asimismo, un 15,8% de la población ha experimentado uno o más ataques de pánico (9,4% hombres vs 22,0% mujeres) y, de ellos/as, el 71,7% ha manifestado su preocupación por las consecuencias negativas de estos ataques sobre su salud. De hecho, en el 66,7% de los casos, la ocurrencia de estos ataques ha supuesto un cambio en su vida habitual (por ejemplo, evitar ir a ciertos sitios o evitar hacer algunas cosas para no tener nuevos ataques).

Desde el inicio de la pandemia y hasta la fecha, un 6,4% de las personas indica haber acudido a un psicólogo o a un psiquiatra, por problemas de ansiedad (43,7%) y de depresión (35,5%).

Por otro lado, el 5,8% de la población admite haber recibido prescripción psicofarmacológica por un problema de salud mental (3,4% hombres y 8,2% mujeres), siendo los fármacos más prescritos los ansiolíticos (lorazepam, valium, clonazepam, lexatin) (58,7%), los antidepresivos (fluoxetina, sertralina, escitalopram) (41,3%) y los reguladores del sueño (melatonina) (21,2%). En lo referente a la frecuencia de consumo, el 68,7% de las personas afirma haberlos tomado durante más de 3 meses y el 77,1% sigue tomándolos en la actualidad.

De igual modo que en la población adulta, la COVID-19 ha afectado de forma significativa a los y las menores, detectándose en el 52,2% de las familias un cambio en el comportamiento de sus hijos e hijas, especialmente en su conducta (80,2%), en sus hábitos diarios (78,6%), con alteraciones del humor (72,7%) y en la forma de mostrarse ante los/as demás (60,8%).

En un 50% de los casos, las familias han notado que sus hijos/as o nietos/as se han mostrado más exigentes, en el 45,9% más retraído y en el 41,8% más agresivo, durante el período de pandemia.

Entre los cambios observados en los hábitos diarios de niños, niñas y adolescentes, destaca un incremento en el uso de las nuevas tecnologías -mayor uso de tablets (55,7%), de exposición a la TV (53,8%) y de teléfono móvil (51,5%)-, así como las dificultades de concentración (42,0%), una falta de actividad física (41,2%) y oposición para salir a la calle (39,8%).

Dado lo anterior, el 12,6% de las familias ha acudido a un profesional de la salud mental (psicólogo) solicitando ayuda para sus hijos/as y nietos/as, y el 4,8% manifiesta su intención de buscar ayuda, principalmente por parte de un profesional de la Psicología (69,7%).

Tal y como han manifestado los expertos a cargo de la Dirección Científica de la encuesta, la importancia del estudio radica en la representatividad de la muestra, “que incluye al conjunto de todos los rangos de edad” y “puede aportar datos longitudinales”.

Se puede acceder a los resultados desde la página del CIS, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Encuesta sobre la Salud Mental de los españoles

FUENTE: INFOCOP

http://www.infocop.es/boletin/verboletin.asp