La dependencia emocional y la práctica de mindfulness

La dependencia emocional y la práctica de mindfulness. A veces nos aferramos a personas o cosas pensando que serán el fruto de nuestra felicidad, pero lo que suele suceder es que creamos un vínculo que reduce nuestra libertad.

Cuando se ha vinculado la felicidad a una persona o a algo material, disfrutar de nuestra vida plenamente peligra, pues sin darnos cuenta en la mayoría de ocasiones quedamos enganchados a esas personas u objetos, lo que afecta negativamente a nuestra salud mental, pudiendo llegar a convertirse en un problema grave en algunos casos.

Este tipo de dependencia hacia alguna persona u objeto podríamos denominarla apego o dependencia emocional.

¿Las personas son para siempre?

A todas las personas nos cuesta hacernos a la idea de que nada ni nadie son para siempre, lo que podríamos considerar como la base de la dependencia emocional. Y cuando nos apegamos a algo o alguien nos parece que es imprescindible, necesario. No siendo ese comportamiento sano para nosotros, porque la realidad es diferente. Las personas no son eternas, los objetos tampoco.

Desarrollar cierta dependencia en las relaciones de pareja tal vez sea una actitud bastante natural, pues somos seres sociales que solemos anhelar vínculos que nos hagan sentir con la otra persona intimidad, pertenencia, crecimiento y demás, aunque deberemos tener en cuenta que ello no llegue a ser un condicionante de nuestra sensación de bienestar. Cada persona por si mismo debe de vivir su propia vida.

Así como a apego, que podríamos definirlo como una vinculación mental y emocional (obsesiva) hacia objetos y otras personas, pero también hacia ideas o sentimientos. Siendo su origen principalmente de la creencia irracional de que esa vinculación nos proveerá de manera permanente autorrealización, seguridad o placer.

Que no estemos apegados a alguien no significa que no queramos o queramos menos a una persona, sino que la relación no nos preocupa, pudiendo disfrutar muchísimo más de la misma.

Son muchos quienes piensan que no hay nadie ni nada imprescindible para salir hacia adelante. Y que cualquier condicionante que pueda llegar a hacerlo, será algo o alguien a lo que le tenemos un apego que nos puede suponer una incapacidad, que nos cause problemas en nuestra propia felicidad y afecte negativamente a nuestra salud mental.

Dependencia emocional o apego hacia tu pareja o ex pareja

Podríamos considerar que una persona depende de otra o está apegada cuando su propia capacidad de sentir disminuye debido a su apego o más allá de su pareja el resto no tiene valor, ni le hace disfrutar porque solo está interesada en su pareja.

No termina de estar satisfecha porque con la pareja pretende llenar un vacío sin conseguirlo, dicha que se convertirá en dolor y un deseo insaciable de incontrolable impulso hacia la misma pareja. Con un gran afán de posesión hacia la pareja queriendo convertirla en una extensión propia.

Quien lo padece suele desarrollar una ansiedad hacia la posible pérdida de la pareja, pensando que lo es todo para ella, que sin ella no podría vivir y que es el motivo principal de su existencia, estando además muy pendiente de cualquier señal o signo que pueda hacerle pensar sobre una posible ruptura de ese vínculo tan fuerte, de esa pareja.

O tal vez actúe como si fuese un esclavo/a obediente, perdiendo su propia capacidad de decisión, así como su libertad interior. No encontrándose así misma y habiendo perdido el contacto con su YO más auténtico.

¿Qué podemos hacer?

Tal vez la principal clave sea dejar de preocuparse y evitar la ansiedad, para lo que la ayuda de un profesional especialista en psicología o terapeuta de parejas nos puede ir muy bien.

La práctica de ejercicios de mindfulness pueden ser una solución o parte de la misma. Algo que es muy conveniente conocer más en detalle y probarlo, para de ese modo ver que beneficios nos aporta la práctica habitual de este tipo de ejercicios.

El mindfulness nos ayuda a estar más en el presente, en lo que realizamos momento a momento. Se trata de un entrenamiento para calmar nuestra mente, la cual suele estar siempre muy agitada. Algo que tendrá un efecto muy positivo en nuestro cuerpo y mente.

A nivel mental nos aportará más claridad y mayor capacidad de prestar atención. Además, aumentará nuestra capacidad de aprendizaje, haciendo también que seamos más compasivos y empáticos. De alguna manera podríamos decir que nos ayudará a conectar mejor con los sentimientos de las otras personas.

También nos ayudará con la ansiedad. Se ha demostrado que el Mindfulness ayuda a reducir la ansiedad porque esta es debido a un funcionamiento disfuncional de la mente. Además de mejorar cuadros depresivos.

A nivel fisiológico-corporal se han hecho estudios que evidencian que mejora en una medida realmente sorprendente el funcionamiento del sistema inmune.

El Mindfulness tiene varios beneficios

El Mindfulness tiene varios beneficios, por ejemplo, a nivel fisiológico. A nivel corporal, se sabe que potencia en una medida realmente sorprendente el funcionamiento del sistema inmune. Sistema que actúa de protección frente a virus, bacterias y tumores.

Entre otras el mindfulness ayuda en la regulación de la tensión arterial. Es especialmente beneficioso para personas que padecen hipertensión, mejorando también el control del azúcar en personas diabéticas.

Una práctica que puedes aprender y te recomendamos por todos los beneficios que aporta, en la que se presta atención a la respiración y sensaciones del propio cuerpo. En ella tratamos de distanciarnos respecto a l as emociones y pensamientos, que observaremos y dejaremos pasar sin una reacción inmediata.

 

Autor/autores: Alejandro Vera Casas
Fecha Publicación: 18/01/2021
Área temática: Psiquiatría general .

Fuente periodística: psiquiatria.com